Autor: Angel M.S
En esta entrada exploramos los Trastornos de la Conducta Alimentaria No Especificados (TCANE), una categoría muchas veces invisible pero profundamente dolorosa. Analizaremos qué son, cómo afectan la vida diaria y de qué manera la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) puede ser una herramienta eficaz para abordarlos. También compartiremos un caso ilustrativo que refleja cómo se vive un TCANE desde dentro, y cómo es posible salir adelante con ayuda profesional.
A su vez te invitamos a leer nuestro blog en el que hablamos sobre temas psicológicos los cuales consideramos puedes parecerte interesantes y también te invitamos a leer nuestra entrada anterior sobre: Pica: Un trastorno de la alimentación poco conocido y cómo la TCC puede ayudar.
¿Qué es un Trastornos de la Conducta Alimentaria No Especificados (TCANE)?
Los TCANE incluyen todas aquellas manifestaciones clínicas de los trastornos alimentarios que no cumplen con todos los criterios formales de otros diagnósticos, pero que son igualmente perjudiciales. Algunos ejemplos son:
- Restricción calórica severa sin pérdida de peso significativa.
- Conductas compensatorias esporádicas (vómitos, ejercicio extremo).
- Ciclos de restricción y sobrealimentación sin llegar a atracones completos.
- Obsesión extrema con la alimentación «limpia» o «saludable» (ortoorexia).
- Uso de laxantes, suplementos o prácticas extremas sin supervisión médica.
- Malestar intenso con el cuerpo, sin llegar a un trastorno dismórfico diagnosticable.
Aunque no cumplan con los criterios diagnósticos clásicos, estos cuadros generan gran sufrimiento emocional, deterioro físico y dificultades en la vida social y familiar.
¿Por qué es importante atender los TCANE?
Los TCANE, al no tener una etiqueta clara, suelen pasar desapercibidos o minimizarse, tanto por el entorno como por la propia persona. Pero eso no los hace menos graves. Pueden generar:
- Ansiedad constante respecto a qué, cuánto y cómo se come.
- Culpabilidad o vergüenza tras comer.
- Rigidez alimentaria y miedo a «salirse del plan».
- Aislamiento social en contextos donde hay comida.
- Cambios de humor, irritabilidad, tristeza o baja autoestima.
- Efectos físicos como fatiga, desregulación hormonal o problemas digestivos.
Estas consecuencias no desaparecen solas. Requieren un abordaje terapéutico especializado y respetuoso.
¿Cómo ayuda la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)?
La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es una herramienta eficaz y basada en evidencia para tratar los Trastornos de la Conducta Alimentaria No Especificados (TCANE). Se enfoca en identificar y modificar los pensamientos distorsionados y las conductas poco saludables que mantienen el malestar.
A continuación, te mostramos ejemplos reales de cómo se aplica la TCC en el tratamiento de los TCANE:
Identificación de pensamientos automáticos negativos
Muchas personas con TCANE piensan cosas como:
“Si como arroz en la noche voy a engordar” o “No merezco comer si no hice ejercicio”.
En TCC se enseña a detectar esos pensamientos y reemplazarlos por otros más realistas, como:
“Comer por la noche no arruina mi progreso” o “Mi cuerpo merece alimento incluso si hoy descansé”.
Registro de alimentación y emociones
Se utiliza un diario donde la persona anota qué come, cómo se siente antes y después, y qué pensamientos tuvo.
Ejemplo: Laura escribe que tras comer pan sintió culpa y pensó “soy débil”. Esto permite trabajar esa creencia y generar nuevas respuestas emocionales.
Exposición gradual a alimentos temidos
Si alguien evita el queso, el pan o los dulces por miedo a perder el control, la TCC propone un plan de exposición progresiva.
Ejemplo: Pablo empieza comiendo una rebanada de pan integral una vez por semana, acompañado y en un entorno seguro, hasta incorporar el alimento sin ansiedad.
Entrenamiento en habilidades emocionales
Se enseña a tolerar emociones como la ansiedad, el enojo o la tristeza sin recurrir a la comida como escape o forma de control.
Ejemplo: Sofía aprende a usar respiración diafragmática y escritura terapéutica cuando siente ganas de restringir su alimentación después de un día estresante.
Trabajo con la imagen corporal
Muchas personas con TCANE evitan mirarse al espejo o se insultan mentalmente al hacerlo. La TCC propone ejercicios para promover una relación más amable con el cuerpo.
Ejemplo: Mariana practica observarse en el espejo sin juzgar, usando frases como “mi cuerpo me permite vivir, moverme, sentir” en lugar de críticas.
Prevención de recaídas
Se diseñan estrategias para momentos vulnerables, como cambios de rutina, estrés o vacaciones.
Ejemplo: Diego prepara un “plan de autocuidado” para las fiestas, donde incluye técnicas de relajación, contactos de apoyo y recordatorios sobre su progreso terapéutico.
El caso de Valeria: entre el control y el miedo
Valeria tiene 27 años. Desde los 15 ha intentado todo tipo de dietas. Su alimentación es estricta durante la semana y los fines de semana pierde el control, lo que le genera culpa y días de ayuno. No vomita ni se da atracones como los que ha leído en internet, por eso nunca pensó que tuviera un trastorno alimentario.
Comenzó terapia porque su ansiedad era cada vez mayor y evitaba reuniones sociales para no “romper la dieta”. En TCC, descubrió que su necesidad de control sobre la comida estaba relacionada con su baja autoestima y un perfeccionismo internalizado desde la adolescencia. Trabajó en identificar pensamientos rígidos como “si como harina soy débil” y desarrolló habilidades para enfrentar el miedo a engordar sin autocastigarse.
Tras varios meses de trabajo, Valeria ha logrado comer de manera más flexible, sin culpa. Ha recuperado espacios sociales y, sobre todo, ha aprendido a ver su cuerpo como un aliado, no un enemigo. No fue magia: fue compromiso, apoyo profesional y mucha valentía.
Una invitación desde Clínica Minerva
Si tú o alguien cercano está atravesando una relación conflictiva con la comida o el cuerpo, aunque no encaje en un diagnóstico “típico”, no estás solo/a. En Clínica Minerva, contamos con profesionales especializados en el tratamiento de los TCANE desde un enfoque integrador, humano y basado en la Terapia Cognitivo-Conductual.
No hace falta tocar fondo para pedir ayuda. El momento para comenzar a cuidarte puede ser hoy. Contáctanos y da el primer paso hacia una relación más libre con la comida, tu cuerpo y tu vida.
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