Psic. Marco Altamirano
Tomar decisiones puede ser una fuente constante de ansiedad para muchas personas. En nuestra entrada anterior, analizamos cómo la indecisión no es simplemente una falta de decisión, sino un patrón de ansiedad reforzado por la postergación. Factores como el miedo al error, la búsqueda de la opción perfecta y la parálisis por análisis pueden hacer que las personas eviten decidir, obteniendo un alivio momentáneo, pero reforzando la inseguridad a largo plazo.
Desde la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), entendemos que la indecisión es un problema que puede trabajarse mediante estrategias concretas. No se trata solo de «aprender a decidir», sino de modificar los patrones de pensamiento y comportamiento que mantienen el ciclo de postergación. En esta entrada, exploraremos herramientas prácticas para romper el ciclo de la indecisión y tomar decisiones con mayor confianza y claridad.
Lee nuestra entrada anterior: ¿POR QUÉ NOS CUESTA TOMAR DECISIONES? CAUSAS Y PATRONES DESDE LA TCC.
Estrategias de la TCC para mejorar la toma de decisiones
La Terapia Cognitivo Conductual ofrece técnicas y estrategias muy valiosas y eficaces para lograr vencer la indecisión y recuperar la confianza en las decisiones que tomamos. Estas herramientas, que a continuación te presentamos, permiten modificar patrones de pensamiento disfuncionales y desarrollar una actitud más flexible y efectiva ante la toma de elecciones.
Usa tus valores y objetivos como brújula
Utilizar lo que es valioso para ti como una brújula sobre el mapa es una de las primeras claves para orientar tus acciones en el día a día. Preguntate: «¿Cuál de estas opciones se alinea más con mi crecimiento personal o profesional?». La TCC sugiere que una manera más efectiva de decidir es alinearnos con nuestros valores y objetivos a largo plazo.
Mariana, por ejemplo, dudaba entre aceptar un empleo estable con pocas oportunidades de crecimiento o arriesgarse con una oferta en una empresa en expansión. A través de la TCC, aprendió a preguntarse qué opción está más alineada con su objetivo de crecimiento profesional a largo plazo, en lugar de solo elegir la más segura en el presente.
Considera los beneficios a largo plazo
Esta estrategia responde a preguntas del tipo: «¿Cuál decisión beneficiará más mi desarrollo dentro de cinco años?». Muchas veces, tomamos decisiones basadas en la gratificación inmediata sin considerar cómo impactarán nuestro futuro. La TCC sugiere hacer un ejercicio de proyección para evitar quedar atrapados en soluciones temporales que pueden traer problemas más adelante.
En esta situación se encontró Andrés, quien dudó entre inscribirse en un curso de especialización o seguir con su trabajo sin formarse. Aunque a corto plazo le pareció más cómodo no estudiar, se dio cuenta de que su crecimiento profesional dependerá de adquirir nuevas habilidades.
Reestructura tus pensamientos sobre el esfuerzo
Muchas veces, vemos el esfuerzo como un obstáculo en lugar de una inversión en nuestro bienestar. Ver el esfuerzo como un problema es como rechazar un gimnasio porque las pesas son pesadas, sin considerar que justamente por eso fortalecen los músculos. La TCC nos ayuda a cambiar la forma en que percibimos el trabajo necesario para alcanzar una meta.
Pablo quiere aprender un nuevo idioma, pero piensa que es muy difícil y tardaría demasiado. En terapia, aprende a cambiar su perspectiva: en lugar de verlo como un sacrificio, lo ve como un proceso que, poco a poco, le abrirá nuevas oportunidades.
Evita la parálisis por análisis
Recopilar información antes de tomar la decisión puede ser útil, sin embargo, recabar demasiados datos podría tener un efecto contraproducente que conduzca hacia la “parálisis por análisis”. La TCC recomienda establecer límites claros sobre cuántos datos son suficientes antes de tomar una decisión.
Querer tener toda la información para decantarse por una opción u otra podría ser como intentar leer la sinopsis de todas las películas de Netflix antes de ver una, probablemente haciendo esto jamás llegues a ver ninguna.
Imagina a un estudiante que quiere inscribirse en un diplomado, pero pasa meses comparando programas, leyendo reseñas y consultando con conocidos. Cuanta más información reúne, más difícil le resulta tomar una decisión. En terapia, aprendería a establecer un criterio claro: seleccionar tres opciones que cumplan con sus necesidades y tomar una decisión en un plazo determinado.
Acepta la incertidumbre como parte del proceso
Muchas personas postergan decisiones esperando una certeza absoluta. Sin embargo, en la vida no siempre tenemos toda la información que quisiéramos, y aprender a tolerar la incertidumbre es clave. Tener en mente frases como: «Voy a tomar esta decisión con la información que tengo ahora y ajustarla si es necesario en el futuro», podría ser clave para tolerar el grado de incertidumbre a la hora de decidir.
Este fue el caso de Diego, quien ha recibido dos ofertas de trabajo, pero sigue esperando una señal que le indique cuál es la mejor. En terapia, trabaja en aceptar que ninguna decisión viene con garantía absoluta, y que lo importante es tomar acción y adaptarse si es necesario
Piensa en el costo de no decidir
Carolina quiere iniciar terapia, pero duda si será la mejor opción. Luego se da cuenta de que lleva meses sufriendo ansiedad sin hacer nada al respecto, y que no decidir también tiene un costo: su bienestar emocional. Este ejemplo da cuenta de que si hay algo peor que tomar una decisión equivocada eso es no tomar ninguna decisión en absoluto.
A menudo, nos enfocamos tanto en los riesgos de tomar una decisión que olvidamos el costo de no decidir. La TCC nos ayuda a ver qué consecuencias tiene seguir postergando elecciones. Para esto puedes preguntarte: «¿Cuánto tiempo más quiero seguir sintiéndome así?»
Acepta los errores y aprende de ellos
El miedo al error puede ser paralizante, pero la TCC enseña que cometer errores es parte del crecimiento. En lugar de evitar equivocarse, podemos enfocarnos en lo que podemos aprender si las cosas no salen como esperamos.
Ejemplo: Julia quiere emprender su propio negocio, pero teme fracasar. En terapia, aprende a reformular su miedo: en lugar de ver el fracaso como el fin, lo ve como una oportunidad para mejorar y aprender.
Conclusión: tomar decisiones con confianza
La indecisión no es solo una dificultad para elegir, sino un patrón reforzado por la ansiedad y la postergación. Sin embargo, con estrategias concretas basadas en la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), es posible recuperar la confianza en la toma de decisiones. A lo largo de este artículo, exploramos herramientas clave como usar los valores y objetivos como brújula, considerar los beneficios a largo plazo, evitar la parálisis por análisis, aceptar la incertidumbre y aprender del error en lugar de temerlo. Cada una de estas estrategias permite reducir el miedo a equivocarse y enfrentar las decisiones con mayor claridad y seguridad.
Tomar decisiones con confianza no significa eliminar toda duda, sino aprender a gestionar la incertidumbre sin quedar paralizado por ella. Si sientes que la indecisión sigue afectando tu bienestar y limitando tu vida, en Clínica Minerva podemos ayudarte. Nuestros especialistas en Terapia Cognitivo-Conductual te brindarán herramientas prácticas para que aprendas a tomar decisiones con mayor seguridad.
Hashtags
#TomaDeDecisiones #Ansiedad #TerapiaCognitivoConductual #TCC #BienestarEmocional #Psicología #Indecisión #CrecimientoPersonal #GestiónDelEstrés #SaludMental #ClínicaMinerva #MejoresPsicólogosEnPuebla #PsicoterapeutasEnPuebla #PsiquiatrasEnPuebla #TerapeutasCognitivoConductuales