Para la terapia cognitivo conductual, existe algo llamado modelo cognitivo y sobre esa base se fundamenta gran parte de nuestra intervención. Lo que busca es explicar la relación entre nuestras emociones, pensamientos y conductas a partir de situaciones. El modelo cognitivo describe cómo los pensamientos de las personas sobre las situaciones influyen en sus reacciones emocionales, conductuales (y a menudo fisiológicas).
El modelo se explica de la siguiente forma: situación, pensamiento, emoción y conducta. Nuestra premisa es: “No son las situaciones que vivimos las que nos afectan, sino las interpretaciones (pensamientos) que hacemos o tenemos de las mismas”.
Todos los seres humanos vivenciamos distintas situaciones, podemos imaginar la situación como un escenario; hay un protagonista y otros personajes, por lo tanto, un lugar, una fecha y algo que está sucediendo. Para ser más específicos: un joven tiene que acudir a una entrevista de trabajo, eso representa una situación. Ante esa situación, este joven que llamaremos Pedro, tendrá una serie de pensamientos antes, durante y después de la entrevista: la entrevista termina y le piden estar atento a los resultados. En este caso, los pensamientos de Pedro fueron: “voy a tratar de hacer lo posible para que me den el trabajo”, “no debo estar nervioso pues estoy preparado”, “si no me dan este trabajo seguiré buscando”. Por otra parte, Pedro también sintió muchas emociones y sentimientos: entusiasmo, esperanza y algo de nerviosismo. Todo esto llevó a Pedro a hacer cosas (conducta), esperó los resultados, buscando otras opciones como alternativas en caso de no ser aceptado.
Ahora veamos lo más interesante e importante. Ante la misma situación, otro joven; Juan, está pensando: “no me darán el trabajo y me voy a sentir tan mal”, “no valdrá la pena seguir buscando”, “si no me lo dan significa que soy un fracasado”. Evidentemente, estos pensamientos estarán acompañados de sentimientos de tristeza, miedo e incertidumbre y probablemente Juan esperará resultados, aislándose e imaginando los peores escenarios (conducta).
Si analizamos detenidamente las cuatro columnas del cuadro anterior, podemos darnos cuenta que aunque la situación es la misma hay emociones diferentes, por lo tanto no es la situación la que está provocando en Pedro y en Juan sus emociones; los verdaderos “culpables” son sus pensamientos, pues en estos existe diferencia.
Como vemos, ante una situación tenemos distintos pensamientos, y esos pensamientos son la clave para entender lo que resulta en nuestros estados de ánimo y conductas. Cada componente del modelo se relaciona y es importante, pero los pensamientos siempre serán la base de nuestro tratamiento.
Escrito por: Psic. Gabriela Vidal.
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