Autor: Ana Treviño
La desregulación emocional es un fenómeno que afecta a muchas personas y se manifiesta en momentos de intensa inestabilidad emocional. Este término se refiere a la dificultad para gestionar y responder adecuadamente a las emociones, lo que puede llevar a comportamientos impulsivos, confusión emocional y conflictos en las relaciones interpersonales. Entender la desregulación emocional es crucial para quienes buscan mejorar su salud mental y bienestar. A través de la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), se pueden aprender estrategias efectivas para reconocer y manejar estas emociones de manera más saludable.
Es importante recordar que, en un artículo anterior, exploramos el concepto de emociones y cómo la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) ofrece un marco eficaz para comprender y gestionar estas experiencias. La TCC se centra en identificar y cambiar los patrones de pensamiento que influyen en nuestras emociones, ayudando a las personas a desarrollar habilidades para regular sus respuestas emocionales. Te invitamos a leer nuestro artículo: ¿POR QUÉ SIENTO LO QUE SIENTO? ENTENDIENDO TUS EMOCIONES CON LA TCC
En esta entrega, exploraremos en profundidad qué es la desregulación emocional, cómo se manifiesta en la vida diaria y cómo la TCC puede ser una herramienta valiosa para quienes luchan con este desafío emocional.
¿Qué es la desregulación emocional?
La desregulación emocional es un término que describe la dificultad que algunas personas tienen para gestionar sus emociones de manera adecuada.
Se puede pensar en las emociones como si fueran una marea en el océano: en momentos de calma, las olas son suaves y manejables. Sin embargo, cuando alguien experimenta desregulación emocional, es como si una tormenta repentina provocará olas gigantes que arrastran todo a su paso, haciendo casi imposible navegar. Esta condición se caracteriza por respuestas emocionales intensas o inadecuadas ante situaciones cotidianas, lo que puede generar problemas en diversas áreas de la vida.
Comprender qué es la desregulación emocional es esencial para reconocer sus efectos en el bienestar general y en las relaciones interpersonales. Las personas que enfrentan desregulación emocional suelen tener reacciones intensas o inadecuadas ante situaciones cotidianas. Por ejemplo, algo tan simple como un comentario que se perciba como una crítica o una demora en el tráfico puede desencadenar una respuesta emocional desproporcionada, como una ira intensa o una tristeza profunda.
Explorando la desregulación emocional: aspectos claves
En la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), la desregulación emocional se refiere a la dificultad que una persona tiene para reconocer, entender y gestionar sus emociones de manera adecuada. Aunque la TCC no usa este término de manera formal o central, aborda la desregulación emocional a través de varios mecanismos clave, que explican cómo los pensamientos y comportamientos disfuncionales pueden contribuir a emociones intensas o desbordantes.
Aquí te explicamos algunos aspectos importantes de la desregulación emocional desde la perspectiva de la TCC:
1. Patrones de pensamiento disfuncionales: Distorsiones cognitivas
Las personas con desregulación emocional a menudo enfrentan patrones de pensamiento disfuncionales que amplifican sus emociones. Estos pensamientos automáticos negativos, también conocidos como distorsiones cognitivas, pueden transformar situaciones cotidianas en desafíos abrumadores. Por ejemplo, una persona puede sentirse abrumada por la idea de que cualquier error pequeño podría tener consecuencias catastróficas, creando un estado de ansiedad constante.
Por ejemplo, una persona que al recibir un mensaje de su jefe para revisar un informe, inmediatamente piensa: “Si cometí un error, me van a despedir”. Aunque el mensaje es un recordatorio común, interpreta la situación como una señal de que ha fallado
Te invitamos a leer nuestro artículo: DISTORSIONES COGNITIVAS: DESMANTELANDO LAS TRAMPAS DEL PENSAMIENTO
2. Ciclo de retroalimentación negativa
Las emociones intensas, como la ansiedad, la ira o la tristeza, pueden generar comportamientos que perpetúan el malestar emocional. Por ejemplo, Carla, quien siente una intensa ansiedad cuando piensa en interactuar con sus colegas en el trabajo.
Después de un día particularmente estresante, decide evitar las reuniones y almuerzos grupales para evitar la incomodidad de interactuar con otros. Sin embargo, al hacer esto comienza a sentirse sola y rechazada, convencida de que sus colegas no desean su compañía. Este ciclo de pensamiento-emoción-comportamiento puede generar más desregulación emocional.
3. Falta de habilidades de afrontamiento
La desregulación emocional también puede estar relacionada con la falta de habilidades eficaces para gestionar el malestar emocional. En la TCC, se enseña a las personas a:
- Identificar sus emociones de manera clara.
- Cuestionar los pensamientos disfuncionales que desencadenan o amplifican esas emociones.
- Desarrollar estrategias de afrontamiento, como técnicas de relajación, distracción y resolución de problemas.
4. Evitar las emociones incómodas
Las personas con desregulación emocional a menudo intentan evitar o reprimir emociones incómodas, lo cual solo empeora el problema a largo plazo.
Por ejemplo, Luis, un joven que siente una intensa ansiedad al pensar en hablar en público, incluso en situaciones sociales informales como reuniones familiares. Cuando se entera de que tendrá que dar una breve presentación en el trabajo, se siente tan abrumado que decide excusarse y no asistir ese día. Esta evitación le trae un alivio temporal, pero con el tiempo su ansiedad aumenta, al punto de que comienza a evitar cualquier reunión o situación en la que pueda ser el centro de atención. Así, la ansiedad de Luis se intensifica y limita cada vez más su vida social y laboral.
5. Respuestas impulsivas o desadaptativas
La desregulación emocional puede llevar a comportamientos impulsivos o extremos como gritar, evitar situaciones, o recurrir a hábitos poco saludables (como comer en exceso o abuso de sustancias). Estos comportamientos no solucionan el problema emocional y, de hecho, pueden intensificarlo.
Beneficios de la TCC en la desregulación emocional
La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) ofrece múltiples beneficios para aquellos que enfrentan desregulación emocional. A continuación, exploramos cómo esta terapia puede transformar la forma en que una persona maneja sus emociones y relaciones.
Mejora de habilidades de afrontamiento
Uno de los principales beneficios de la TCC es la mejora de las habilidades de afrontamiento. A través de técnicas específicas, los terapeutas enseñan a las personas a desarrollar respuestas emocionales más saludables.
En las sesiones se aprende a identificar y cuestionar pensamientos automáticos negativos, como “Si hablo en la reunión, todos pensarán que no sé nada.” El terapeuta enseña técnicas de reestructuración cognitiva para desafiar estas ideas, reemplazándolas con pensamientos más realistas y equilibrados. Además se practica habilidades sociales específicas, como iniciar conversaciones y hacer preguntas abiertas, primero en un entorno controlado y luego en situaciones reales.
Aumento de la conciencia emocional
La TCC también fomenta un aumento de la conciencia emocional, lo que significa que las personas aprenden a reconocer y aceptar sus emociones. Este proceso implica observar las emociones sin juicio y entender su origen y su impacto en el comportamiento.
Por ejemplo, Carlos, quien suele tener conflictos en su trabajo debido a reacciones impulsivas, comienza a desarrollar su conciencia emocional en Terapia Cognitivo-Conductual (TCC). En las sesiones, aprende a identificar cuándo siente frustración en lugar de dejar que esta emoción se acumule hasta convertirse en ira. Su terapeuta le ayuda a observar sus emociones sin juzgarse y a identificar su origen: una sensación de no ser escuchado en las reuniones. A medida que practica esta habilidad, Carlos logra notar su frustración a tiempo y decide expresar su opinión de manera calmada y clara, en lugar de reaccionar de forma impulsiva.
Mejora de las relaciones interpersonales
Otro beneficio significativo de la TCC es la mejora de las relaciones interpersonales. Al aprender a manejar mejor sus emociones, las personas pueden comunicarse de manera más efectiva y gestionar conflictos de forma constructiva.
Como el caso de Laura, una mujer que frecuentemente experimenta conflictos en su relación de pareja por la dificultad de expresar sus necesidades, decide iniciar Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) para mejorar sus habilidades interpersonales. En sus sesiones, Laura aprende a identificar sus emociones y a comunicar lo que necesita de forma clara y asertiva, lo cual reduce su ansiedad al hablar con su pareja. Gracias a la TCC, también adquiere técnicas de comunicación efectiva, como el uso de “Yo necesito…” y escucha activa, que fortalecen la conexión en sus relaciones.
Tu camino hacia el bienestar emocional
La desregulación emocional puede ser un desafío significativo, pero con la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), es posible aprender a manejar las emociones de manera efectiva y mejorar la calidad de vida. A través de la TCC, puedes desarrollar habilidades de afrontamiento, aumentar tu conciencia emocional y mejorar tus relaciones interpersonales.
Si sientes que la desregulación emocional afecta tu bienestar o tus relaciones, no dudes en dar el primer paso hacia un cambio positivo. En Clínica Minerva, contamos con un equipo de profesionales de la salud capacitados para guiarte en este proceso. Juntos, podemos trabajar en tus emociones y ayudarte a alcanzar un estado emocional más saludable.
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