Autor: Angel M.S
La amnesia disociativa es un trastorno psicológico caracterizado por la incapacidad de recordar información autobiográfica importante, generalmente asociada con eventos traumáticos o estresantes. Este tipo de amnesia no se debe a una condición médica ni al uso de sustancias, sino que es una respuesta a situaciones emocionales abrumadoras. A menudo, la amnesia disociativa es una estrategia inconsciente de la mente para protegerse del impacto de recuerdos dolorosos.
En este artículo, exploraremos cómo la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) puede ser una herramienta para tratar la amnesia disociativa ya que puede complementar intervenciones medico-neurológicas, conoceremos qué es la amnesia disociativa y la forma en la que la TCC puede ayudar en su tratamientos, ilustrando su aplicación mediante el caso de una paciente llamada Isabela.
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¿Qué es la amnesia disociativa?
La amnesia disociativa puede manifestarse de diversas formas:
- Amnesia localizada: Pérdida de memoria sobre eventos específicos durante un período de tiempo. Ejemplo: Una persona que sufrió un accidente automovilístico no recuerda nada sobre lo que ocurrió durante las horas previas y posteriores al accidente, aunque puede recordar eventos anteriores o posteriores al período afectado.
- Amnesia selectiva: Incapacidad de recordar ciertos aspectos de un evento traumático. Ejemplo: Un sobreviviente de un incendio puede recordar haber escapado del edificio, pero no tiene memoria de haber escuchado las alarmas ni de haber visto el fuego en sí.
- Amnesia generalizada: Pérdida de memoria total sobre la identidad personal, aunque es menos común. Ejemplo: Una mujer encontrada vagando en un parque no sabe su nombre, dónde vive ni reconoce a sus familiares, pero aún conserva habilidades básicas como leer y escribir.
Las personas con amnesia disociativa suelen sentirse confundidas, desorientadas e incluso pueden experimentar una desconexión con su entorno y consigo mismas. Esto puede interferir significativamente con su vida diaria y relaciones interpersonales.
¿Cuáles son los tratamientos de primera elección para la amnesia disociativa?
Tratamiento médico
Aunque no existen fármacos específicos para la amnesia disociativa, ciertos medicamentos ayudan a manejar síntomas como ansiedad, depresión o insomnio. Entre ellos destacan antidepresivos o ansiolíticos (p. ej., sertralina, fluoxetina) y bloqueadores del estrés como el propranolol, útiles para calmar la respuesta emocional al trauma. En casos supervisados, el uso restringido de barbitúricos o benzodiazepinas podría facilitar la recuperación de recuerdos, siempre con estricto control médico.
Tratamiento neuropsicológico
Se orienta a reforzar las funciones cognitivas dañadas, sobre todo la memoria. Para ello, se aplican ejercicios de estimulación y técnicas de atención (mindfulness) que incrementan la concentración. La rehabilitación se adapta a las necesidades específicas del paciente, a menudo incluyendo estrategias de realidad virtual que permiten revivir experiencias en un entorno controlado, fortaleciendo así la capacidad de recordar y procesar la información.
¿Cómo puede ayudar la Terapia Cognitivo-Conductual?
La TCC se centra en identificar y modificar patrones de pensamiento y comportamientos desadaptativos. En el tratamiento de la amnesia disociativa, los objetivos principales incluyen:
Exploración segura de los recuerdos traumáticos
Se utiliza una aproximación gradual para procesar los recuerdos, mediante técnicas como la exposición gradual, las narrativas guiadas y la visualización de escenarios seguros. Por ejemplo: Describir primero detalles no emocionales, como el entorno físico del evento traumático, antes de abordar los aspectos más difíciles.
Identificación de pensamientos irracionales
Se desafían creencias negativas que perpetúan el bloqueo de recuerdos, como «No podré soportar recordar». Esto se hace mediante técnicas como: Registro de pensamientos, desafío cognitivo y pruebas de realidad. Por ejemplo: Sustituir ideas como «Es peligroso recordar» por «Entender lo que pasó me ayudará a sanar.»
Desarrollo de estrategias de afrontamiento
Se enseñan herramientas para manejar el estrés y la ansiedad que surgen con los recuerdos emergentes. Mediante técnicas como: Mindfulness, grounding, planificación de rutinas y recursos como la “caja de herramientas emocionales.”
Reintegración de la identidad
Se trabaja en reconstruir la narrativa personal y reconectar al paciente con su historia y sentido de sí mismo. Para esto se puede optar por la creación de una línea de tiempo personal, exploración de valores y autoaceptación.
Ejemplo: Usar fotografías o relatos familiares para llenar vacíos y reforzar la conexión con su identidad actual.
Caso clínico: La paciente Isabela
Isabela, de 32 años, acudió a consulta por episodios recurrentes de confusión y la sensación de “vacío” en su memoria, concentrados en su adolescencia e infancia marcadas por conflictos familiares y abuso emocional. En las primeras sesiones, se creó un entorno seguro, usando técnicas de estabilización emocional (relajación progresiva, manejo del estrés) para abordar la ansiedad que surgía al tocar temas delicados. A través de la reestructuración cognitiva, la paciente aprendió a cuestionar creencias como “No puedo enfrentar lo que ocurrió” y “Es mejor no recordar para no sufrir”, remplazándolas por perspectivas más flexibles y constructivas.
En el proceso, se integraron herramientas de Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) como los diarios terapéuticos, técnicas de respiración y mindfulness, además de la psicoeducación sobre los efectos del trauma en la memoria. Cuando mostró mayor estabilidad, se introdujo la exposición controlada a recuerdos traumáticos, permitiéndole reconstruir su narrativa personal y reevaluar acontecimientos pasados con mayor compasión hacia sí misma.
Este enfoque, que combinó exploración emocional, reestructuración cognitiva y ejercicios de afrontamiento, promovió una notable mejora en su resiliencia emocional y su habilidad para establecer relaciones más saludables, subrayando así la eficacia de la TCC en el abordaje integral del trauma y la recuperación de recuerdos bloqueados.
El progreso de Isabela fue notable, con el tiempo, logró recuperar recuerdos clave que le permitieron comprender cómo los eventos traumáticos habían influido en su identidad. A través de este trabajo, desarrolló una mayor resiliencia emocional y un sentido renovado de sí misma. Aprendió a abordar los desafíos de su vida de manera consciente y adaptativa, y reportó una mejora significativa en su capacidad para establecer relaciones saludables y disfrutar del presente.
Recuperación y reconstrucción con terapia especializada
La amnesia disociativa puede ser debilitante, pero con el enfoque adecuado, como el proporcionado por la Terapia Cognitivo-Conductual, es posible recuperar la memoria y reconstruir una identidad cohesionada. El caso de la paciente demuestra cómo, a través de la combinación de técnicas terapéuticas y un entorno de apoyo, es posible superar los desafíos de este trastorno y avanzar hacia una vida más plena y consciente
Si tú o alguien que conoces está enfrentando dificultades relacionadas con la memoria, los traumas o la identidad personal, es crucial buscar la orientación de un terapeuta especializado. En Clínica Minerva, comprendemos la importancia de abordar estos desafíos con sensibilidad y profesionalismo. Estamos aquí para acompañarte en cada paso del proceso hacia la recuperación y la reintegración personal.
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